En la novela Fahrenheit 451 (1953) del autor norteamericano Ray Bradbury se presenta una distopía, una sociedad cuya población tiene prohibido pensar y conformar sus propias ideas. En varios aspectos  esta distopía es bastante parecida a nuestra sociedad actual y en lo que se está convirtiendo.
   Como primer aspecto, la censura es algo clave en función de impedir el pensamiento individual claramente los libros son una fuente abundante de pensamiento, por lo cual son un peligro. Por eso, son censurados: “Más deportes para todos, espíritu de grupo, diversión, y no hay necesidad de pensar ¿en?... Más chistes en los libros. Más ilustraciones. La mente absorbe cada vez menos” (pág. 70). En esta cita podemos notar como beatty muestra a Guy cómo fueron remplazándose los libros. Ahora podríamos decir algo parecido: cada día se reducen los lectores, los libros escasean y son reemplazados por programas de entretenimientos (series, noticias, reaity shows, deportes)
   Otro ejemplo es la educación que, en esta sociedad, está orientada a que los estudiantes no piensen, que no se cuestionen absolutamente nada y, por lo tanto, las actividades más importantes que se realizan en la escuela son proyección de imágenes y películas, y mucho deporte. Clarisse le comenta a Montag por qué no quiere ir a la escuela:
   “… no considero que sea sociable reunir a un grupo de gente después, no dejar que hable. Una hora de clase TV, una hora de baloncesto, de pelota base o de carreras […].
   Pero ha de saber que nunca hacemos preguntas o, por lo menos, la mayoría no las hace; no hacen más que lanzarse las respuestas…” (pág. 39)
   De este modo se convertirán en seres que repiten información sin reflexionar ni preguntarse acerca de nada y, por lo tanta, individuos más fáciles de manipular por el gobierno, que aquellos capacitados para pensar.
   El entretenimiento es fundamental para esta sociedad, ya que los hace distraerse de su falta de felicidad. En este caso la de Mildred.
   “_ Hizo una pausa y con el dedo buscó una línea del guion_;<< ¡creo que es estupenda! >> Y así continua la obra hasta que él dice  << ¿Estás de acuerdo Hellen? […]
    _Yo lo encuentro muy divertido_  prosiguió ella
    _ De que se trata la obra?”
   Su necesidad de  entretenerse es tan grande que no les importa qué tan absurdo sea ni saber siquiera saben en lo qué consiste exactamente.
   Un último argumento es el de los medio de comunicación que manipulan la información según su necesidad. Casi siempre para provocar miedo y que no haya rebeliones contra el sistema:
   “Una voz grito”:
    _ ¡ahí va Montag!  ¡La persecución ha terminado , el inocente se paró en seco… . Las cámaras se precipitaron hacia el suelo. El sabueso saltó en el aire… La cámara cayó sobre su víctima como había hecho el sabueso”. De este modo los medios de comunicación mientes para mantener su poder y el estado de cosas tales como está.
   En conclusión en esta sociedad en la cual no se permite pensar todos estas dormidos por los medios de comunicación y el entretenimiento para olvidar que ellos nunca conocieron la felicidad

Comentarios

  1. Bien, María! Recordar que los títulos de publicaciones van en itálicas.

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